A la hora de elegir una mascota lo que más tenemos en cuenta es el tipo de animal que nos gusta y la compañía que nos va a proporcionar, pero un aspecto también muy importante es calcular los gastos que supone esa mascota y calcular si está a nuestro alcance ese animal en concreto.
Un perro es la mascota preferida por niños y mayores, pero también la más cara de mantener. A los gastos de alimentación hay que unir los gastos veterinarios e incluso el precio del seguro obligatorio si se trata de un perro de raza potencialmente peligrosa. Un gato resulta algo más barato que un perro, pero también es de los animales más costosos.
En cambio, existen otras mascotas que apenas necesitan aportación económica. Los pájaros son unas de las mascotas más baratas, su alimentación resulta muy barata y son muy pocas las veces a lo largo de su vida que necesitan acudir al veterinario. Una jaula es el gasto más elevado que tendremos que hacer para tener este tipo de mascota. Por supuesto, siempre que hablemos de un canario o un jilguero, si elegimos loros, periquitos o aves exóticas el gasto puede dispararse.
Un conejo enano es una mascota también bastante barata. La jaula y la alimentación son sus principales gastos y en su favor hay que decir que sus propietarios sí notan el cariño del animal, algo muy difícil de conseguir con los pájaros.
Más baratos aún son los peces. La diferencia económica está en la pecera, muy cara si compramos un completo acuario pero muy barata si elegimos una pequeña pecera para uno o dos peces. Más allá, los gastos de mantenimiento de estas mascotas son prácticamente nulos, porque se limitan a la alimentación, que en el caso de los peces resulta más que barata.